Todos, supongo que tenemos familiares e independientemente de nuestra relación con ellos. Algo que no se puede obviar es la posición socio-económica. A veces envidable, a veces no.
Hace ya bastante tiempo que mi familia vivía en una ciudad pequeña del estado de Guanajuato. Disfruábamos de una casa grande que en la actualidad es un museo. Si mis cálculos son correctos; mi familia llegó ahí en 1978 o 79 y nos mudamos cerca de 1984 u 85 (Yo nací en 1982). Comprendía algo así como una hectárea de terreno y un gran patio con árboles de guayabas, naranjas, mandarinas y limones a los que yo; por mi pequeña edad no tenía premitido trepar. Quienes si disfrutaron plenamente de esa casa, fueron mis hermanos; que ahora me cuentan las aventuras que ocurrían en ella. Y que casualmente son de todos los primos; los mas grandes.
Recuerdo vagamente que por esas fechas viajábamos frecuentemente a una pequeña ciudad del estado de Guerrero, lugar en donde vivían unos parientes cercanos que tenían una casa grande, con un patio extenso y árboles de durazno, chiles (en general, a mi familia le gusta esto de cultivar sus propias frutas y verduras =B), guayabas y aguacates. Mi primo tenía un rifle de balines que disparábamos contra un comal viejo y una colección envidiable de GI Joes. Salíamos a comer a restaurantes y aunque yo no lo recuerdo, me dicen que el mar quedaba cerca de ahí y que frecuentemente hacíamos escapadas a ese lugar. Mis primas ahora tienen la edad de mis hermanos mayores. Razon por la cual, convivieron juntos mucho mas tiempo que yo con ellos.
En una de las últimas reuniones familiares; escuché una conversación que mi prima y mi hermana mantuvieron. No la recuerdo con exactitud, pero masomenos decían lo siguiente:
Mi prima: Cuando era niña, pensaba que su familia era muy rica. Me acuerdo de la casota y cómo cada vez que mi papá decía que íbamos a visitarlos; nos daba mucha emoción y hasta contábamos los días para viajar. Era una buena manera de mantenernos bien portadas.
Mi hermana: Pues, al contrario; yo creía que los ricos eran ustedes: Comidas caras, viajes a la playa, muchos juguetes, coches del año... Cada vez que viajábamos de visita; lo hacíamos con una sonrisa de oreja a oreja; saboreándonos la comida e imaginándonos los juguetes.
Las dos al mismo tiempo: ¡Jajajaja! ¡Estamos igual de jodidas que siempre!
¿A quién habrá visto de esa manera Carlos Slim cuando era pequeño?
Hace ya bastante tiempo que mi familia vivía en una ciudad pequeña del estado de Guanajuato. Disfruábamos de una casa grande que en la actualidad es un museo. Si mis cálculos son correctos; mi familia llegó ahí en 1978 o 79 y nos mudamos cerca de 1984 u 85 (Yo nací en 1982). Comprendía algo así como una hectárea de terreno y un gran patio con árboles de guayabas, naranjas, mandarinas y limones a los que yo; por mi pequeña edad no tenía premitido trepar. Quienes si disfrutaron plenamente de esa casa, fueron mis hermanos; que ahora me cuentan las aventuras que ocurrían en ella. Y que casualmente son de todos los primos; los mas grandes.
Recuerdo vagamente que por esas fechas viajábamos frecuentemente a una pequeña ciudad del estado de Guerrero, lugar en donde vivían unos parientes cercanos que tenían una casa grande, con un patio extenso y árboles de durazno, chiles (en general, a mi familia le gusta esto de cultivar sus propias frutas y verduras =B), guayabas y aguacates. Mi primo tenía un rifle de balines que disparábamos contra un comal viejo y una colección envidiable de GI Joes. Salíamos a comer a restaurantes y aunque yo no lo recuerdo, me dicen que el mar quedaba cerca de ahí y que frecuentemente hacíamos escapadas a ese lugar. Mis primas ahora tienen la edad de mis hermanos mayores. Razon por la cual, convivieron juntos mucho mas tiempo que yo con ellos.
En una de las últimas reuniones familiares; escuché una conversación que mi prima y mi hermana mantuvieron. No la recuerdo con exactitud, pero masomenos decían lo siguiente:
Mi prima: Cuando era niña, pensaba que su familia era muy rica. Me acuerdo de la casota y cómo cada vez que mi papá decía que íbamos a visitarlos; nos daba mucha emoción y hasta contábamos los días para viajar. Era una buena manera de mantenernos bien portadas.
Mi hermana: Pues, al contrario; yo creía que los ricos eran ustedes: Comidas caras, viajes a la playa, muchos juguetes, coches del año... Cada vez que viajábamos de visita; lo hacíamos con una sonrisa de oreja a oreja; saboreándonos la comida e imaginándonos los juguetes.
Las dos al mismo tiempo: ¡Jajajaja! ¡Estamos igual de jodidas que siempre!
¿A quién habrá visto de esa manera Carlos Slim cuando era pequeño?
No hay comentarios:
Publicar un comentario