Estoy en el último día y las últimas horas del mes de septiembre. Sólo escribo para comprobar el horario del servidor en donde blogger.com se hostea y aprovecho para recapitular un poco sobre mis andanzas por tierras freseras en el casi mes y medio que llevo por acá:
Regresé con toda la buena intención del mundo. Avisé a mis amigos que estaba por estos rumbos. Los que me conocen saben que procuro ser discreto y evito acaparar el tiempo y la atención de los demás (curiosa incongruencia para quien tiene y procura mantener un blog). A quienes llamaba; simplemente ponía en sus manos mi número telefónico, mi dirección y les decía: "Pues estoy en Irapuato; háblame para irnos por unas chelas", así en repetidas ocasiones pero nunca en repetidas personas. Las primeras semanas, todo bien. Conviviendo con mis compas y echándonos unas chelas, recibiendo llamadas invitándome a tal o cual lugar... Conociendo gente nueva... Gente bien... Gente a quienes por no compartir mis gustos adquiridos en los últimos 7 años, llamo extraños. Mis amigos saben que los aprecio y estimo. Son los amigos de mis amigos a quienes desconozco. No tengo todavía la suficiente confianza para mostrarme como soy. Porque se que conmigo no hay puntos medios. O caigo bien; o caigo muuuuy mal, en algunas contadas ocasiones puedo llegar a caer muuuy bien (nótese el uso de las "uuu" en la palabra muuuy). Algo debió haber pasado. Ya tengo 3 semanas sin recibir llamadas, ni invitaciones a pedas. Tal vez por compromisos familiares que me obligaron a cancelar algunas; tal vez por haber caído mal... Jojo!
He vivido solo por los últimos casi 4 años y me acostumbré demasiado a convivir conmigo que ahora, en compañía de mi padre, en ocasiones me extraño. Ya no puedo andar por mi casa sin ropa cuando hace calor (por favor, no hagan imágenes mentales, me sentiría avergonzado) ni aventar mi ropa tan pronto regresaba de la escuela o algún lugar. Ya no puedo quemar con mis amigos ni hacer ruido a deshoras. Y ni pensar siquiera en llegar borracho de madrugada acompañado y despertar horas mas tarde para descubrir que era aún mas fea que yo.
Mi padre, que es un viejo hermitaño y con mas colmillo en el arte de vivir solo, no me lo dice; pero creo que también se extraña. Por mucho que disfrutamos nuestra compañía, creo que empiezo a apestarle su soledad. Necesito irme a León pronto. Y volver a lo de antes: Es mejor extrañar que ignorarse en presencia.
Todo iba bien con mi plan de negocios. Mi presupuesto, aunque elevado sonaba realista. Mis proveedores mantenían su palabra de respetar los precios. Hace 2 semanas, me enteré que la empresa con la cual había consultado para unas placas de aislamiento acústico, no manejaba mas ese material. Y ahora no puedo encontrar el mismo producto al mismo precio. Su competencia mas cercana lo tiene 300 veces mas caro y eso pega y pega duro en mi plan. Creo que me resignaré a abrir mi negocio sin ese tan necesario material. Lo malo es que debido a esto; mi plan se retrasa por un mes.
No se cuantas veces he leído el mismo tenor en muchos lugares. La gente escribe para desahogarse y algunos blogs llegan a ser tan depresivos que evito leerlos en un estado anímico adverso.
El viernes pasado tomé mi coche y me dirigí a una ciudad a 40 kilómetros de Irapuato llamada Valle de Santiago. Y como se lo había prometido; pasé por mi primo de 12 años para traerlo a Irapuato y brindarle un fin de semana diferente. Aunque no hay muchas cosas para hacer en esta ciudad; fuimos al cine, comimos palomitas, nos pasamos horas en las maquinitas y jugamos unas líneas de boliche. Jugamos Play Station hasta el hartazgo y vimos caricaturas como locos. Me lo pasé bien y creo que él también. Hoy en la tarde, nuevamente recorrí esa carretera y lo dejé en su casa. Espero que le queden ganas de regresar porque me llenó de ánimos. Es curioso como uno encuentra la inspiración para intentar hacer las cosas bien en pequeños detalles como este.
Ahora, espero con ansias el próximo fin de semana. Pasaré por otros primos y viajaremos a México para ver el concierto de Héroes del Silencio y aunque a mí no me gustan mucho (Solo el disco de Avalancha); es una promesa que hice desde hace casi un año. Estoy en la mejor disposición de pasármela bien.
He hecho mas cosas, he hablado por teléfono con mucha gente, he disfrutado a mi padre y él a mí. He dejado de fumar tanto como antes, he comido cosas caseras, me he enojado, me he reído, he visto gente que tenía años sin ver, he extrañado otros, he abierto un blog, y lo he mantenido. En fin, espero con ansias los días y semanas que siguen. Aprovecho para agradecer a todos aquellos que visitan este lugar del internet. A los que comentan y a los que no, pero me hacen saber que les agrada y que estoy bien wey.
Edito: Si, todavía es septiembre en el servidor...
De cómo el teléfono ya no suena como antes
Regresé con toda la buena intención del mundo. Avisé a mis amigos que estaba por estos rumbos. Los que me conocen saben que procuro ser discreto y evito acaparar el tiempo y la atención de los demás (curiosa incongruencia para quien tiene y procura mantener un blog). A quienes llamaba; simplemente ponía en sus manos mi número telefónico, mi dirección y les decía: "Pues estoy en Irapuato; háblame para irnos por unas chelas", así en repetidas ocasiones pero nunca en repetidas personas. Las primeras semanas, todo bien. Conviviendo con mis compas y echándonos unas chelas, recibiendo llamadas invitándome a tal o cual lugar... Conociendo gente nueva... Gente bien... Gente a quienes por no compartir mis gustos adquiridos en los últimos 7 años, llamo extraños. Mis amigos saben que los aprecio y estimo. Son los amigos de mis amigos a quienes desconozco. No tengo todavía la suficiente confianza para mostrarme como soy. Porque se que conmigo no hay puntos medios. O caigo bien; o caigo muuuuy mal, en algunas contadas ocasiones puedo llegar a caer muuuy bien (nótese el uso de las "uuu" en la palabra muuuy). Algo debió haber pasado. Ya tengo 3 semanas sin recibir llamadas, ni invitaciones a pedas. Tal vez por compromisos familiares que me obligaron a cancelar algunas; tal vez por haber caído mal... Jojo!
De cómo se vive desnudo cuando hace calor
He vivido solo por los últimos casi 4 años y me acostumbré demasiado a convivir conmigo que ahora, en compañía de mi padre, en ocasiones me extraño. Ya no puedo andar por mi casa sin ropa cuando hace calor (por favor, no hagan imágenes mentales, me sentiría avergonzado) ni aventar mi ropa tan pronto regresaba de la escuela o algún lugar. Ya no puedo quemar con mis amigos ni hacer ruido a deshoras. Y ni pensar siquiera en llegar borracho de madrugada acompañado y despertar horas mas tarde para descubrir que era aún mas fea que yo.
Mi padre, que es un viejo hermitaño y con mas colmillo en el arte de vivir solo, no me lo dice; pero creo que también se extraña. Por mucho que disfrutamos nuestra compañía, creo que empiezo a apestarle su soledad. Necesito irme a León pronto. Y volver a lo de antes: Es mejor extrañar que ignorarse en presencia.
De cómo un simple detalle, retrasa por completo los planes
Todo iba bien con mi plan de negocios. Mi presupuesto, aunque elevado sonaba realista. Mis proveedores mantenían su palabra de respetar los precios. Hace 2 semanas, me enteré que la empresa con la cual había consultado para unas placas de aislamiento acústico, no manejaba mas ese material. Y ahora no puedo encontrar el mismo producto al mismo precio. Su competencia mas cercana lo tiene 300 veces mas caro y eso pega y pega duro en mi plan. Creo que me resignaré a abrir mi negocio sin ese tan necesario material. Lo malo es que debido a esto; mi plan se retrasa por un mes.
De cómo no todo es malo...
No se cuantas veces he leído el mismo tenor en muchos lugares. La gente escribe para desahogarse y algunos blogs llegan a ser tan depresivos que evito leerlos en un estado anímico adverso.
El viernes pasado tomé mi coche y me dirigí a una ciudad a 40 kilómetros de Irapuato llamada Valle de Santiago. Y como se lo había prometido; pasé por mi primo de 12 años para traerlo a Irapuato y brindarle un fin de semana diferente. Aunque no hay muchas cosas para hacer en esta ciudad; fuimos al cine, comimos palomitas, nos pasamos horas en las maquinitas y jugamos unas líneas de boliche. Jugamos Play Station hasta el hartazgo y vimos caricaturas como locos. Me lo pasé bien y creo que él también. Hoy en la tarde, nuevamente recorrí esa carretera y lo dejé en su casa. Espero que le queden ganas de regresar porque me llenó de ánimos. Es curioso como uno encuentra la inspiración para intentar hacer las cosas bien en pequeños detalles como este.
Ahora, espero con ansias el próximo fin de semana. Pasaré por otros primos y viajaremos a México para ver el concierto de Héroes del Silencio y aunque a mí no me gustan mucho (Solo el disco de Avalancha); es una promesa que hice desde hace casi un año. Estoy en la mejor disposición de pasármela bien.
He hecho mas cosas, he hablado por teléfono con mucha gente, he disfrutado a mi padre y él a mí. He dejado de fumar tanto como antes, he comido cosas caseras, me he enojado, me he reído, he visto gente que tenía años sin ver, he extrañado otros, he abierto un blog, y lo he mantenido. En fin, espero con ansias los días y semanas que siguen. Aprovecho para agradecer a todos aquellos que visitan este lugar del internet. A los que comentan y a los que no, pero me hacen saber que les agrada y que estoy bien wey.
Edito: Si, todavía es septiembre en el servidor...
